SANTO DOMINGO.-El carnaval dominicano es una expresión cultural que no solo se caracteriza por el colorido, la música, la alegría y la creatividad, sino que ha permitido que actores y entidades detrás de las máscaras y los vistosos trajes saquen de sí su generosidad y su interés por promover la cultura criolla, que es el distintivo de los dominicanos.
Además de la diversidad de actividades que realizan estos grupos, entidades, fundaciones y comparsas, se hace necesario resaltar la gran labor social que desempeña este colectivo cultural a favor de sus comunidades y pueblos, desde presidentes de comparsas hasta organizaciones sin fines de lucro.
Los Diablos Ecológicos de San Cristóbal es la comparsa que encabeza el artista y diseñador Luis Rivas, la cual está compuesta por niños que van desde los nueve años, adolescentes, jóvenes y adultos, quienes se dedican a hacer sus trajes, con el respeto al medioambiente.
Todas esas personas vienen de los diferentes municipios, barrios y campos. Esos muchachos vienen de zonas vulnerables, y esos chicos nosotros los sacamos de la cotidianidad de los barrios y de la corrupción que tenemos hoy día en nuestra sociedad y los involucramos en un proyecto cultural donde simplemente ellos van a aprender a cuidar el medio ambiente y a elaborar sus trajes
Diseñador y presidente de comparsa, Luis Rivas

“Nosotros vamos transformando esos muchachos en gente de bien para el futuro, los formamos, les sembramos la semilla del interés por el carnaval, pero con el componente del cuidado medioambiental, resaltó Luis Rivas
Asimismo, Francisco Taveras, sastre y presidente de la Comparsa Los Cachos de Villa Francisca, es uno de esos actores que desde su grupo aporta un granito de arena a la promoción de valores y buenas costumbres en ese sector capitalino.

Su labor altruista como un gestor cultural radica en darle la oportunidad a que los jovencitos sean parte de su comparsa y se disfracen sin hacer aportes económicos, ya que entiende que el carnaval los enfoca y lo saca de algún ambiente maligno en que pudieran estar.
De aquí han salido muchos a estudiar, que no estudiaban, por la emoción del carnaval para que yo los disfrace y les digo: No hay problema, pero tiene que cumplir con el comportamiento” argumentó
Sastre y presidente de comparasa, Francisco Taveras

De igual manera, sobresalen Ramón Rivas “Chicho” y Vilma Pérez, quienes dirigen la comparsa Los Dragones de Villa María. Para integrar a los niños y adolescentes al grupo y disfrazarlos, solo se percatan de que tengan buena conducta y estén estudiando.
Pérez, exreina del carnaval del Distrito Nacional, se enfoca en multiplicar sus conocimientos y habilidades en la decoración de disfraces para que esto se convierta en una cadena de instrucciones entre los nuevos integrantes.
“Aquí no se cobra, el pago es que usted vaya a la escuela, respete a su papá, a su mamá, estudie y se porte bien” aseguró Rivas, quien considera que las horas que estos niños y jóvenes están inmersos ensayando para el desfile, ayudando con la decoración, viendo los diseños y trabajos se desconectan de cualquier expresión negativa que pudiera llevarlo a delinquir.
Esta labor social no solo se queda en presidentes de comparsas, sino que también se deja sentir en entidades y fundaciones carnavaleras, que según describe, en sus actividades promueven las buenas costumbres y valores dejando un legado a imitar.

Como por el ejemplo, la Fundación Grupo de Carnaval Los Broncos de La Vega, que se dedica a desarrollar programas de bienestar social, educativo, cultural y económico, en beneficio de la sociedad.
Asimismo, la Fundación Grupo de Carnaval Las Kbras, una entidad sin fines de lucro que plantea dedicarse a proteger, preservar, promocionar y fortalecer el carnaval de Bonao, como fiesta cultural, familiar, tradicional, popular, turística y de interés nacional. Además, promover la difusión de las buenas costumbres y tradiciones de la provincia Monseñor Nouel.
También, destaca el grupo Las Fieras que, aparte de representar la cultura y el folclore, realizan fiestas, actividades profondos para entidades y comunidades necesitadas de su ciudad, como apoyo y participación en actividades deportivas.
Así es cómo estos actores promueven un legado de servicio comunitario a favor de la cultura y el bienestar en sus sectores, cuyo protagonista es el carnaval dominicano.