Turquía.- (AFP) El número de muertos por los terremotos en Turquía y Siria sigue en aumento, según los recuentos oficiales actualizados de este jueves, superó los 41,000 fallecidos, mientras Naciones Unidas solicitó 1,000 millones de dólares para afrontar la creciente crisis humanitaria.
Once días después del terremoto uno de los más mortíferos de los últimos 100 años-, rescatistas lograron extraer de los escombros a una adolescente de 17 años y a una mujer en sus veinte.
“Ella se veía con buena salud. Abrió y cerró sus ojos”, dijo Ali Akdogan, minero de carbón, tras participar en el rescate de Aleyna Olmez en Kahramanmaras, una ciudad cerca del epicentro del sismo. Sin embargo, la esperanza de encontrar sobrevivientes se ha desvanecido ampliamente.
Muchos en las zonas afectadas enfrentan una emergencia paralela conforme tratan de recoger sus pertenencias en medio del frío extremo, sin comida, agua o sanitarios, aumentando las posibilidades de que el desastre escale por cuenta de las enfermedades.
“Las necesidades son enormes, la gente está sufriendo y no hay tiempo que perder”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado, donde solicitó fondos para socorrer a las víctimas.
Dijo que las contribuciones darían alivio por tres meses a 5.2 millones de personas.
El dinero “permitiría a organizaciones de ayuda aumentar rápidamente el soporte vital” en áreas como la seguridad alimentaria, protección, educación, agua y refugio, añadió.
“Insto a la comunidad internacional a intensificar y financiar completamente este esfuerzo crucial en respuesta a uno de los peores desastres naturales de nuestros tiempos”.