La nave, un ATR 72 de la compañía Yeti Airlines procedente de Katmandú, la capital nepalesa, se estrelló poco antes de las once de la mañana hora local cerca de Pokhara, donde debía aterrizar
Nepal (AFP).- Sin ninguna esperanza de encontrar sobrevivientes, Nepal decretó este lunes un día de luto nacional tras el desastre aéreo del domingo en el que murieron al menos a 68 personas, entre ellas una argentina, en la peor catástrofe de ese tipo en el país en tres décadas.
La esperanza de encontrar algún sobreviviente entre las 72 personas que iban a bordo del avión que se estrelló el domingo en Nepal es “nula”, declaró a la AFP un alto funcionario local.
“Hasta ahora hemos recuperado 68 cadáveres. Estamos buscando cuatro cuerpos más… Rezamos por un milagro. Pero la esperanza de encontrar a alguien con vida es nula”, declaró Tek Bahadur KC, jefe del distrito de Taksi, donde se estrelló el avión el domingo.
El bimotor ATR 72 de la compañía Yeti Airlines procedente de Katmandú, la capital nepalesa, se estrelló con 72 personas a bordo -68 pasajeros y los cuatro miembros de la tripulación- poco antes de las once de la mañana hora local (05H15 GMT) cerca de Pokhara (centro), donde debía aterrizar.
La aeronave en llamas fue encontrada en un precipicio de 300 metros de profundidad, entre el antiguo aeropuerto construido en 1958 y la nueva terminal internacional inaugurada el 1 de enero en Pokhara, puerta de entrada de senderistas de todo el mundo.
Soldados usaron cuerdas para recuperar los cuerpos del fondo del barranco desde las últimas horas del domingo y las primeras del lunes.
A bordo del avión iban 15 extranjeros: cinco ciudadanos de India, cuatro rusos, dos coreanos, una argentina, un australiano, un irlandés y un francés, precisó el portavoz de la aerolínea, Sudarshan Bardaula.
La pasajera argentina fue identificada como Jannet Sandra Palavecino, de 58 años, madre de dos hijas y oriunda de la provincia de Neuquén (suroeste), según el diario La Nación de su país.
Tras el accidente, los rescatistas trataron de sofocar el fuego entre los restos del aparato, propulsado por dos motores turbohélice.