Los haitianos recuerdan este jueves el terremoto de 2010 que en pocos segundos redujo a ruinas su capital al matar más de 300 mil personas y sembrar la desesperanza en un país pobre y ultrajado.
Puerto Príncipe exhibe aún las huellas del movimiento telúrico de 7.0 grados en la escala de Richter, el más devastador que sufrió Haití desde que se llevan registros, y que hirió a más de 350 mil personas y dejó sin hogar a 1.5 millones, según cifras del Gobierno.
El sismo remeció con furia a las 16:53, hora local, y cayeron cual fichas de dominó el Palacio Presidencial, el Parlamento, la Catedral, cientos de miles de viviendas y edificios gubernamentales, centros comerciales, escuelas, instituciones de salud y más.
Más de una década después Haití no se levanta aún y al terremoto le siguió una epidemia de cólera, desastres naturales, crisis política y económica, pandemia de la COVID-19 y el sismo de 2021.
De unos 12 millones de habitantes, más de 4.7 millones enfrentan actualmente la hambruna, según datos recientes del Programa Mundial de Alimentos, y 1,8 millones se encuentran en fase de emergencia.
La violencia se agudizó y cobró miles de vidas solo en 2022, cientos de miles de personas fueron forzadas a abandonar sus hogares y el cólera resurgió en octubre pasado para sumar una herida más a la devastada nación.
Otro sismo
Haití se ganó el título de ser la nación más pobre y a 13 años de la tragedia no ha podido levantar cabeza por las catástrofes que han sucedido a ese terremoto y la crisis política, socioeconómica y de seguridad que atraviesa el vecino país.
Cuando el terremoto de 2010 fue considerado el de mayor magnitud en 200 años y se pensó que una situación tan catastrófica no podía repetirse, en el 2021, once años después de esta tragedia, Haití fue golpeado por un terremoto de mayor magnitud.
El pasado 14 de agosto, un sismo magnitud 7.2 sacudió a la nación caribeña, especialmente en Los Cayos, dejando un saldo de 2,248 muertos, más de 300 desaparecidos y 690,000 personas damnificadas.